Desde la popularización del contenido editorial en Internet y hasta hace solo algunos años, el modelo preferido para monetizar sitios webs ha sido la publicidad. Específicamente los banners, que pasaron de ser estáticos a incorporar elementos animados, audio, video o formularios. La diversidad de formatos y el esfuerzo creativo no pudo, sin embargo, parar la avalancha de usuarios instalando bloqueadores de anuncios en sus navegadores.
A día de hoy, más de 763 millones de dispositivos tienen un bloqueador de anuncios instalado. Esto incluye tanto a los bloqueadores totales como a los que sí permiten los llamados Acceptable Ads.
¿Qué son los Acceptable Ads?
Algunos adblockers sí permiten la inclusión de anuncios aceptables, ¿pero aceptables en base a qué? La intención es que el editor pueda seguir ingresando dinero proveniente de los anunciantes al mismo tiempo que el usuario tenga una mejor experiencia al consumir el contenido.
Para ello los anuncios se ponen a disposición del público en un foro abierto para ser discutidos, pero lo principal es que deben cumplir estas tres reglas:
1.Ubicación
Los anuncios no deben interrumpir el flujo natural de lectura. Deben estar colocados encima, abajo o al lado del contenido principal. Es decir el contenido íntegro centrado en un tema y que no incluye barras laterales u otros elementos que pueden repetirse en distintas páginas de un sitio web.
2.Distinción
Los anuncios deben ser fácilmente identificables y distinguirse del contenido principal. Siempre deberán estar identificados con el término «Publicidad» o alguna otra palabra o expresión equivalente.
3.Tamaño
Hay estrictas reglas para los anuncios individuales, así como para todo el espacio que ocupan los mismos. Todos los anuncios que son visibles en el navegador cuando la primera página carga no deben ocupar (en su conjunto) más del 15% de la porción visible de la página. Si se colocan más abajo, los anuncios no podrán ocupar más del 25% de la porción visible de la página.
Los anuncios tendrán que cumplir además con limitaciones de tamaño de acuerdo a su posición:
- 200px de altura cuando se encuentren por encima del contenido principal
- 350px de ancho cuando se encuentre al lado del contenido principal
- 400px de alto cuando se encuentren debajo del contenido principal
La mayoría de usuarios están concienciados sobre la necesidad de que los creadores de contenido reciban una justa recompensa por su trabajo, simplemente no pueden soportar ver su navegador saturado de publicidad intrusiva (y en muchas ocasiones irrelevante) que les impida consumir el contenido de manera cómoda.
El caso de Brave, el buscador respetuoso con la privacidad que te paga en criptomonedas por ver publicidad.
Brave Browser es otra aproximación a un sistema de bloqueo de anuncios que no renuncia a recompensar a los creadores. En Brave creen que mereces recuperar el control en tu uso de Internet, por eso te ofrecen:
- Bloqueo de anuncios
- Navegación privada, los sitios webs que visiten no podrán rastrearte
- Rapidez de carga
- Recompensas por visualizar anuncios que protegen tu privacidad
- Wallet o monedero digital integrado
Brave cuenta con un token propio, el BAT (Basic Attention Token). Los usuarios deciden cuántos anuncios quieren ver y se llevan el 70% de los beneficios a través de esta criptomoneda. Los creadores de contenido que se hayan incorporado al programa de Brave Rewards recibirán las recompensas que los usuarios quieran proporcionarles si el contenido les aporta el suficiente valor. Por cierto, este sitio web está adherido al programa, por lo que si descargas el navegador puedes pulsar sobre el icono del triángulo en la barra de navegación y enviar un tip o propina si te pareció suficientemente interesante el artículo.
Para los por ahora limitados anunciantes también parece ser un buen negocio, ya que el CTR medio está en un 9% y la tasa de recuerdo en un 63%.
Descarga Brave para ahorrar tiempo, proteger tu privacidad y ganar dinero por ver anuncios.
Coil, una sola suscripción para todos los medios y streaming de micro pagos
Los modelos basados en una publicidad más ética que respete la experiencia de usuario están logrando una interesante tracción, pero no sustituyen a la opción que más peso ha ido ganando (sobre todo en la industria periodística) en los últimos años: los muros o barreras de pago.
Solo basta con tratar de informarse en alguno de los periódicos o gacetas de negocios digitales para observar con desasosiego las trabas que se nos presentan para acceder a su contenido. Hablamos de la propia experiencia, no del hecho en sí de monetizar legítimamente el contenido, algo totalmente entendible y necesario para que el medio sea viable.
Cada periódico digital nos anima a registrarnos y suscribirnos pagando una cantidad fija mensual. Si queremos acceder a diferentes fuentes de información con distintas lineas editoriales (algo siempre recomendable) tendremos que suscribirnos a cada uno de estos diarios online introduciendo el correspondiente método de pago.
¿Cómo son recompensados los creadores de contenido en Coil?
En Coil han dado con una solución para que los creadores de contenido se vean recompensados que no depende de la buena voluntad del usuario (como ocurre con Brave) y para que los usuarios puedan tener una experiencia sin fricción mientras navegan por el sitio web.
A través de la monetización web abierta se envían paquetes de dinero cada segundo mientras visitamos una web usando lo que sería un equivalente al protocolo TCP/IP para el dinero mediante el Interledger. El dinero recibido por el autor del contenido es depositado en una billetera digital. Es decir, que se realiza un streaming de pagos. No más fricción, podemos navegar por distintos periódicos online y automáticamente estaremos transmitiendo dinero en tiempo real, pagando solo por el contenido que vamos consumiendo. Sin anuncios, sin suscripciones distintas para cada medio y totalmente independiente de métodos de pago y cuál sea la moneda de quien envía o recibe el micro pago.
Para que Coil despegue necesita que haya suficientes suscriptores de pago (5 dólares al mes) y cada vez más medios monetizando su contenido con esta plataforma. Para ejemplificar cómo Coil cambia las reglas del juego y mejora drásticamente la experiencia de usuario, nada mejor que hablar de la prueba piloto con el grupo editorial Condé Nast.
Condé Nast tiene una audiencia combinada de más de 366 millones de usuarios únicos. Algunas de sus cabeceras incluyen a Vogue, The New Yorker, Glamour, Vanity Fair, Wired, Architectural Digest, GQ o Pitchfork. En junio decidieron iniciar un test por el cual sustituyeron los muros o barreras de pago por la monetización web de Coil.
Imagina pagar únicamente 5€ al mes y poder navegar libremente por cada una de estas revistas online sin ser interrumpido por anuncios ni contenido restringido bajo suscripción. Coil también monetiza streamings en Twitch y tiene su propia plataforma de videos, Cinnamon.
Si te quedó alguna duda sobre cómo funciona Coil, Ben Sharafian, su CTO y confundador, lo explica de manera bastante accesible en este vídeo:
Nada asegura que proyectos como Brave o Coil ganen suficiente impulso como para ser utilizados por un gran número de usuarios, lo que haría que fueran realmente útiles. Pero la tecnología y la filosofía de monetización están aquí para quedarse. Un ecosistema publicitario más agradable y justo para creadores y usuarios o, en la ausencia de publicidad, una mejora sustancial de la experiencia y una democratización de la monetización web.
